lunes, 5 de noviembre de 2007

Reina en autopistas hambrientas.

Desde el momento en el que abandoné las cajas de cartón y el goretex decidí que improvisar es lo que cuenta.

Así que el viernes, después de realizar algunas llamadas, nos metimos en carretera.

En la noche, los molinos junto a la autovía parecían una invasión de extraterrestres. Aires nuevos, contextos en construcción, situaciones por determinar. Canciones que se instalan en el fondo cuando suenan en otras ciudades, van mucho más allá que lo que dura un brugal. Momentos en los que encontrar o no una habitación de hotel en la madrugada se convirtien en una preocupación secundaria, sólo es importante encontrar a Jane Birkin. Sólo es importante el rock and roll… Se respira mejor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

en las ciudades sin nombre, que son las que más nos gustan