lunes, 31 de diciembre de 2007

Año nuevo

"Ya dije adiós a mi corona de espinas, adiós sin despedidas, estaba todo claro por fin."

domingo, 30 de diciembre de 2007

Fin de gira

Todo va bien cuando estoy en segunda fila, cuando lo más importante es encontrar tabaco, no tirar un mini y que no me invadan mi reducido espacio. Todo va bien, lo que suena es lo mejor que escuchaste en mucho tiempo. Los agudos de las guitarras te llegan y se encierran dentro de ti. Salto y llego donde quiero. Termina y tomamos una copa. Todo va bien, da igual que sea demasiado tarde. Da lo mismo que lo que escriba no tenga ningún sentido. Da lo mismo que haya bebido más de la cuenta.

jueves, 27 de diciembre de 2007

De haberlo sabido

Estoy perdiendo el bus, pero inevitablemente tengo que parar un momento para recordar aquella mañana en la cafetería burdeos. Estabas aún dormido. Mira esta fotografía, ¿no te suena? De nada...ah, puede que esta sí. Claro, pero esa no vale... Está a contraluz.

viernes, 21 de diciembre de 2007

Se me va Amelia...

jueves, 20 de diciembre de 2007

Madrid en diciembre

Esposibles terminó, todo un ciclo que se cierra...

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Pese a todo siempre seguiré siendo discreta y elegante. Aguantando las composturas.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Estoy agotada. Me doy de baja. Sin más.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Vuelta a Malasaña...

Durante varios días he convivido con una luz más amarilla, ciudadanos que hablan casi a gritos y una temperatura agradable. He regresado a lugares comunes, donde vivir era mucho más sencillo y menos emocionante. Ya no queda casi nadie. Las huellas de la apacible lucha, de la serenidad pasada.
Esta tarde vuelvo a mi barrio, el de ahora. Vuelvo al estado de alerta máxima, a no saber qué significa planear. A los aterrizajes forzosos y las falsas despedidas.

lunes, 26 de noviembre de 2007

De "la tregua"

Domingo 23 de febrero.
Hoy, después de cuatro meses, estuve en el apartamento. Abrí el ropero. Estaba su perfume. Eso qué importa. Lo que importa es su ausencia. En algunas ocasiones, no puedo captar los matices que separan la inercia de la desesperación.
Mario Benedetti.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

La casa está vacía...

"Esperaré a que termine el show de la locura para hacerte una llamada perdida."

Humo

Bajo tierra como cada lunes analizaba los movimientos del fin de semana. Sin dinero ni gafas de sol, olvidando los modales, sin miramientos. Había demasiado humo en su cabeza. Sólo buscaba un cómplice que se intoxicara al mismo tiempo.

jueves, 15 de noviembre de 2007

A menudo vuelvo a sentir la misma bomba en la boca del estómago. Es complicado sobrevivir recordando historias que ni siquiera ocurrieron. Atravesando las calles que no cruzamos. Recordando planes inventados.
Sobrevuelo las vidas de la gente, camino con mis botas de nadie, marcando el paso, tratando de no mirar las mentiras que me he contado.
A veces me mareo al descubrir que estoy en una estación desierta. De paso.

martes, 13 de noviembre de 2007

Cambiando muebles.

Elisa sigue de mudanza.
No encuentra un lugar donde vivir. No sabe qué guardar en su maleta. No sabe si dejará a un lado las cosas que no ha dicho o lo que podría llegar a decir, o si por el contrario las llevará con ella. Si guardará sus rencores o su apatía. Si aparcará sus deseos.
Hasta ahora camina con demasiadas cosas en los bolsillos y sus botas frías.
Demasiado lastre.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Reina en autopistas hambrientas.

Desde el momento en el que abandoné las cajas de cartón y el goretex decidí que improvisar es lo que cuenta.

Así que el viernes, después de realizar algunas llamadas, nos metimos en carretera.

En la noche, los molinos junto a la autovía parecían una invasión de extraterrestres. Aires nuevos, contextos en construcción, situaciones por determinar. Canciones que se instalan en el fondo cuando suenan en otras ciudades, van mucho más allá que lo que dura un brugal. Momentos en los que encontrar o no una habitación de hotel en la madrugada se convirtien en una preocupación secundaria, sólo es importante encontrar a Jane Birkin. Sólo es importante el rock and roll… Se respira mejor.

martes, 30 de octubre de 2007

Suerte que aún quedan canciones para empezar el día.

Hace mucho frío en esta ciudad… las palabras pesan demasiado, la fuerza de gravedad me empuja hasta la acera. Las cuestas se hacen interminables, estoy cansada de caminar inclinada, mientras sigo esperando una llamada perdida.

jueves, 25 de octubre de 2007

Estoy acojonada. Aterrorizada. Qué le voy a hacer, siempre he sido una exagerada.

martes, 23 de octubre de 2007

Declaración de intenciones o principios de semana.

Tras dar la vuelta al marcador una vez más es inevitable empezar de cero.
Está todo a punto, no voy a tocar fondo otra vez, no más veces por lo que queda de año.
Habrá que lavar los platos con agua caliente cada día. Habrá que hacer algún remiendo que otro. No más días azules en el calendario. No más “según me lleve el viento”. Se acabaron las imágenes desenfocadas.

lunes, 22 de octubre de 2007

De saldo.

Estoy dentro de un vestido que sienta mal. Uno de esos de saldo, estridentes y de mal gusto.
No tengo otra cosa que ponerme, soy incapaz de hacer arreglos y no hay sastre que los haga.
Atrapada dentro de mí. Me doy a la fuga y es imposible escapar, me caigo, me ensucio. Se desgarra el vestido, pero es imposible desprenderse de él. Repugnante, detestable, lo daría todo por no tener que volver a mirarlo.

jueves, 18 de octubre de 2007

Hay botellas vacías...

Mis historias se van dentro de cada botella que se vacía. Entre gin tonics, tequilas y rones me consumo, como con cada historia que me cuentan. Ellos no lo saben, pero me desintegro poco a poco, con todos. Me desdibujo, me confundo, me pierdo, me borro... Y acabo como el cadáver seco y transparente de la botella que se acaba.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Elisa se fue de viaje.

Elisa, a golpe de realidad, con el dolor de pecho que esos golpes conllevan, tuvo que olvidar aquellas noches interminables de abrazos inconclusos, las copas y los besos de después. Elisa trata de desalojar los espacios que habitó sólo por instantes…Qué complicado es hacer las maletas cuando ni siquiera hay equipaje.
La felicidad es lavar los platos con agua caliente.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Como alguien dice:

"Duermo en doble fila, vivo a todo trapo..."

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Practico la caída al vacío del sueño, desaparezco lentamente, cayendo, cayendo…
Perdiéndome por unas horas, vagabundeando entre imágenes vividas.

domingo, 23 de septiembre de 2007

Parar

Estas últimas semanas he vivido en una nube prefabricada, noches en blanco, pocas horas de sueño, mañanas absurdas y sin sentido. Parar la caída libre es complicado. Cuando se calma la marea, los fantasmas continúan, o vuelven, o nunca se marcharon.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Por fin dejé de tener frío en aquel lugar azul. Una casa en la que desaparecer es un hecho instantáneo. Luces amarillas, ningún ruido, ningún adorno.
Mis pensamientos no me aturden porque no tengo que pensar.
Por fin puedo respirar sin ahogarme. Abandonarme al monótono paso del tiempo, a la superficie rotunda de horizontalidad y respirar el constante aroma a café, al café de aquel entonces, de cuando era la niña de visita en casas verdes y no tenía que escapar de nada.
Por fin ya no me cuesta respirar.

martes, 4 de septiembre de 2007

Azul, seca y hueca.

viernes, 24 de agosto de 2007

Cinicus

Cerré la llave del gas, pero la llama del fogón creció y así me dijo:
"No temas hijo mío, que es sólo para una encuesta; ¿Está su señora?

jueves, 23 de agosto de 2007

Recortes...

Las tres de la tarde es buena hora para despertar. La tele lleva toda la noche encendida sin sonido y el espejo roto muestra unos ojos embadurnados de rímel.
Hay un mensaje en el móvil.
Dice que tiene que largarse. Recoge la ropa desparramada por la habitación y la guarda a toda prisa en la maleta.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Mantener en lugar seco.

Le gusta respirar el aroma que desprende su taza de café.
Instantáneamente pasea la vista por las cajas de aburrido color pardo que contienen escenas estancadas en su memoria.
Parcelas de su vida ordenadas por orden alfabético, sin pizca de compasión.

sábado, 18 de agosto de 2007

"Cuando en el mundo aparece un verdadero genio puede reconocérsele por este signo: todos los necios se conjuran contra él."
Jonathan Swift (1667-1745)

jueves, 16 de agosto de 2007

Soltera y sola...

Una vez dibujó para mí dos flores violetas en un cuaderno a rayas.
Era una de esas personas a las que se les trasparenta la tristeza en las sonrisas. De las que tienden a la amargura y el paso de los años agudiza aún más esa inclinación. De las que tiran los recuerdos de juventud a la basura y rompen fotografías de viejas glorias.
“Soltera y sola en la vida, por una mala partida…” Su timbre de voz cantando esa antigua canción viene a mi memoria en muchas sobremesas. Ella era las tardes. Merendando café con tostadas mientras veía los programas de prensa rosa, riñendo conmigo por tonterías, añorando la vista de años atrás para volver a leer una de las novelas que tanto le habían gustado.
Amelia, cuando ya no había nada que hacer, comiendo gusanitos rojos de esos que siempre sobran en las fiestas de cumpleaños infantiles.
Amelia, que no fue soltera y por supuesto jamás estuvo sola.

miércoles, 15 de agosto de 2007

Recortes

Miraba ensimismado las gotas que se estrellaban contra el cristal…A lo lejos una pareja despistada corría hacia el portal más cercano.

Recortes.

El ambiente era pesado y oscuro. El hueco que separaba las dos puertas era una ventana para poder respirar. Él dijo que había llamado por lo menos veinte veces. A ella no le extrañó, en aquel espacio términos como cobertura no existían.

jueves, 9 de agosto de 2007

Sin enchufes...

Vivo siempre con problemas de batería, enganchada a cables. Sin tiempo para más.

miércoles, 8 de agosto de 2007

La maté porque era mía, tango.

En las escaleras de la parte de atrás sostiene con sus manos heladas el vaso de plástico; está rememorando otros tiempos.

Recuerda aquellas tardes a golpe de café y tostadas con mantequilla.
La vieja Olivetti que vino de Cuba y el sonido de las teclas. José Pérez Alonso, José Pérez Alonso, José Pérez Alonso…Y un sello en las manos curtidas por la experiencia.

Relojes de bolsillo, fotografías veladas por miles de kilómetros. Zeppelines y uniformes de soldado. Un mapa garabateado en el interior de una maleta que en cualquier momento podría salir del armario.

Es inevitable, el olor intenso del café consigue traer al presente días de quinielas y conservatorios de música.

martes, 7 de agosto de 2007

Recordando, veintiocho de octubre de dos mil cinco.

Se decía a sí misma; “incompatibilidad de caracteres”, y lo repetía sin cesar mientras atravesaba las calles estrechas de aquella ciudad absurda.
Incompatibilidad de caracteres, decía en voz alta entrando en el profundo y maloliente portal.
Sin cobertura, sin saldo, fuera de servicio, y al fondo la puerta, oscura…severa.
Camina por el pasillo con la misma frase fija en su cabeza.
Clicks de ratón y camas deshechas, se quita la ropa, se coloca el disfraz.
Fuera de red, o sólo llamadas de menos de un minuto al destino solicitado.
Comunicando, o no disponible.

lunes, 6 de agosto de 2007

Lunes, seis de agosto.

Los números del calendario se suceden unos tras otros como el goteo incansable de un grifo mal cerrado.
El trabajo en la mañana, la tarde, la noche, una sucesión infinita y homogénea de horas condenadas.
Una cotidianidad con cicatrices
.

domingo, 5 de agosto de 2007

Apunte callejero

En la terraza de un café hay una familia gris. Pasan unos
senos bizcos buscando una sonrisa sobre las mesas. El ruido
de los automóviles destiñe las hojas de los árboles. En un
quinto piso alguien se crucifica al abrir de par en par una
ventana.
Pienso en dónde guardaré los quioscos, los faroles, los transeúntes,
que se me entran por las pupilas. Me siento tan lleno
que tengo miedo de estallar... Necesitaría dejar algún lastre
sobre la vereda...
Al llegar a una esquina, mi sombra se separa de mí, y de
pronto, se arroja sobre las ruedas de un tranvía.
Oliverio Girondo

sábado, 4 de agosto de 2007

Muerte al goretex...

El día a día transcurre inmerso en un pozo de profunda mediocridad.
Una cotidianidad absurda en la que goretex, teflón y windstopper son los materiales que tejen la red transparente que me atrapa, asfixia y cercena los sueños.

Soy un personaje gris en un escenario de cartón piedra. La dependienta de segunda y la camarera de tercera fila. La niña triste que no sabe calcular la talla de pantalón del caballero.
¿Me saca una camisa de mi talla? ¿Cuál es su talla? Ni idea, ¿si no lo sabes tú?

Paseo entre cajas de cartón mi frustración, la impotencia de vivir en el universo paralelo de mis escasos deseos. Introduzco con cuidado en bolsas de plástico lo que me queda de energía.

Muchas gracias, señorita. Gracias a usted, que pase un buen día.

viernes, 3 de agosto de 2007

Eva, cazadora de recuerdos.

¿Nunca has pensado adónde van los recuerdos cuando se olvidan?

La mayor parte al Gran Vertedero, pero muchos otros son cazados. La culpable es Eva, coleccionista de recuerdos.

Eva se dedica a perseguirlos, anda todo el día con una bolsa negra en el bolso, está alerta ante cualquier “rareza” para incluirla en su ya interminable colección.

Se dice por ahí que tiene un almacén inmenso repleto de galerías. Trata las piezas con mucho cuidado, las examina, las clasifica y etiqueta con extrema minuciosidad, después las encierra en cajas negras con mirillas al exterior, para observarlas siempre que quiera.

Eva es la gran solitaria. Al nacer su padre le robó la capacidad para rememorar vivencias, de modo que nunca ha poseído recuerdos propios. Por eso recolecta los que la gente ya no quiere. Por las noches deambula por su particular museo, habitando vidas de otros, saboreando instantes que ya nadie más podrá recordar.
Tú me llamas, amor, yo cojo un taxi,
cruzo la desmedida realidad
de febrero por verte,
el mundo transitorio que me ofrece
un asiento de atrás,
su refugiada bóveda de sueños,
luces intermitentes como conversaciones,
letreros encendidos en la brisa,
que no son el destino,
pero que están escritos encima de nosotros.

Ya sé que tus palabras no tendrán
ese tono lujoso, que los aires
inquietos de tu pelo
guardarán la nostalgia artificial
del sótano sin luz donde me esperas,
y que, por fin, mañana
al despertarte,
entre olvidos a medias y detalles
sacados de contexto,
tendrás piedad o miedo de ti misma,
vergüenza o dignidad, incertidumbre
y acaso el lujurioso malestar,
el golpe que nos dejan
las historias contadas una noche de insomnio.


Pero también sabemos que sería
peor y más costoso
llevárselas a casa,
no esconder su cadáver
en el humo de un bar.

Yo vengo sin idiomas desde mi soledad,
y sin idiomas voy hacia la tuya.
No hay nada que decir,
pero supongo
que hablaremos desnudos sobre esto,
algo después, quitándole importancia,
avivando los ritmos del pasado,
las cosas que están lejos
y que ya no nos duelen.

Luis García Montero.

jueves, 2 de agosto de 2007

Existe un sofá en donde logro descansar.

Anoche, después de mucho tiempo, conseguí descansar.
Las horas transcurren despacio y como sin importancia en el sofá beige. No existen los teléfonos móviles ni los horarios impuestos.
En la televisión se repiten sin cesar las mismas noticias, los mismos absurdos anuncios de teletienda…Se instalan en mi sueño como un pequeño metrónomo…Respirar por unas horas vuelve a convertirse en un acto automático…caigo lentamente, me duermo, desaparezco. Luego, sin lugar a dudas, vendrá a juntarse conmigo en la más absoluta tranquilidad. Sin barreras, sin obstáculos.

martes, 31 de julio de 2007

Respirar...

Recuerdo muy vagamente su imagen. Pantalones raídos de segunda mano, gafas pasadas de moda y los dedos amarillentos a causa del tabaco. Una expresión apática permanecía en su rostro, pero jamás recordaré su mirada. Puede que sea porque nunca nos miramos, puede que fuera porque él siempre miraba al vacío. No me preocupa, nunca lo hizo, aunque empleé mis fuerzas para negar lo evidente.

Minuto tras minuto respirar se convierte en una tarea insoportable.

Madrugar, hacer la compra, la colada, bajar la basura, ver una película, ir a ese lugar de trabajo, parecer sociable sin sentir náuseas, son esas cosas a las que nunca me he podido acostumbrar.

Siempre naufrago antes de tiempo, pero finalmente resisto en el último momento. Agonizante como un pez naranja fuera del agua, siempre me salvan. Siempre lo han hecho. Alguien me coge del brazo y me lanza de nuevo mar adentro. Tan sólo puedo juntar fuerzas para llegar a la orilla y pedir otra vez socorro. Sálvame, como alguien dijo, soy un mar de curvas. Sálvame, o acabaré siendo él. Sálvame…ya no hay nada que hacer.

lunes, 30 de julio de 2007

La madriguera del gusano blanco.

Ayer hojeando viejos libros encontré en la primera página de uno, la dedicatoria que mi hermano escribió a modo de disculpa. Comenzaba como las cartas que escribía para mí en la infancia.

“Queridísima mona:
Durante la carrera, la noche antes de un examen muy importante, aunque no recuerdo ni de qué asignatura era, pusieron en la tele, de 12 a 3,30 de la madrugada, Los siete samurais de Kurosawa.

Hoy, varios años después, lo único que distingue aquel examen de tantos otros es que la noche antes, inconscientemente, supe elegir qué era lo verdaderamente importante para mí, cuáles eran los materiales que iban a resistir en mi cabeza, qué imágenes codificarían mis sueños, qué palabras formularían mis pensamientos…

Espero que de esta madriguera salgan palabras que se integren en tu mente, pensamientos que deriven en sueños e ilusiones, y constituyan así la clase que no te di.

Luis Miguel.”

Tras el paso de los años puedo decir que realmente asimilé la lección que mi hermano, el de entonces, me quiso transmitir. Y es que, es preciso leer entre líneas… Hay momentos, canciones, palabras y no lugares que tienen vida propia, se aferran a ti (muchas veces sin hacer ruido), para no dejarte nunca más.
Después de veinte días he vuelto a poner el despertador a las nueve en punto de la mañana.
El agua caliente que se acaba, no tengo qué ponerme y no hay nada para desayunar.
Vuelvo a esos días en los que cinco minutos son cruciales para tomar un café en el bar de al lado.
Vuelvo a esos días en los que la cotidianidad me ensucia las manos de gris y se empolvan mis esperanzas en algún lugar de mi cabeza.
Yo sin embargo sonrío con expresión de plástico y digo: Buenos días, ¿le puedo ayudar en algo?

viernes, 27 de julio de 2007

Hoy voy a ver a Kid Chocolate...hay veces que lo bordas y veces que lo tiras por la borda.

jueves, 26 de julio de 2007

Vómitos

Hoy no hay nada que decir.
Una montaña rusa, un día arriba, otro abajo. Sin motivo aparente, sin respiros…
Con la angustia en la boca del estómago. Creo que voy a vomitar… Vomito mi asco hacia las actitudes impuestas y las poses de segunda fila. Vomito mis envidias y mi frustración. Vomito mis deseos de dormir acompañada en la noche del jueves. Vomito el odio que me provocan las miradas lascivas de borracho reprimido. Vomito mi impotencia, mis esperanzas y miedos.
Vomito desolación.

miércoles, 25 de julio de 2007

Malasaña

Miro a través de la ventana y el barrio sin lugar a dudas va a explotar en un centenar de colores. El verde-hoja-de-árbol no puede disimular su orgullo y el rojo-pelota-de-playa está muy seguro de ello.
Los habitantes tienen grandes ocupaciones, el camarero del bar de la esquina está esperando clientes. Los clientes en los veladores beben sus cervezas heladas mientras comentan la indumentaria de la chica de amarillo.
Las ancianas en los bancos ven a los nietos jugar y ellos, con la rigurosidad de un matemático, se sumergen en los juegos de nuestra infancia.
Malasaña es el murmullo de la gente, el sonido de las motos y el florista de la esquina.
A lo lejos, de cuando en cuando, se lamenta un saxofón.

martes, 24 de julio de 2007

Viaje en globo

Bebí tanta casera que cuando salí del bar comencé a elevarme como un globo.
Emprendí un viaje por los diferentes barrios de Madrid, estudiando sus gentes y costumbres, reparando en la necesidad de la masa de parecer únicos e irremplazables. Ilusos, no saben que desde las alturas sólo parecen un rebaño sin pastor.

lunes, 23 de julio de 2007

Pronombres de primera persona en singular

Mensaje recibido.
Veinte de julio de dos mil siete. Diez cero uno a.m.
Tu pareja ha abandonado vodafone, por lo que ya no tienes “a dos”. Recuerda que ya puedes formar un nuevo “a dos”.

Es irremediable, el mundo está pensado para convivir a dúo.
Los menús, las tarifas de teléfono, las raciones de paella, los precios de los estudios en alquiler…
¿Y qué fue de las porciones monodosis?
El terror de encontrarme ante mí. “Mí, me, conmigo…” Pronombres de primera persona en singular.
Y el teléfono lo cortaron. Pánico de escucharme, depender de mí y sobre todo de si hay algún otro que busque compañía.
Soy la yonqui de los abrazos en la oscuridad.
Vivo en la eterna mendicidad de los besos sobrantes. De las limosnas de las palabras pronunciadas como en un descuido.
Una amiga y una taza de café.
Es mucho más sencillo habitar los silencios de redonda compartidos.
Sin embargo, los silencios en el sofá se producen incómoda e inexorablemente a contratiempo.
Los soliloquios duran una décima de segundo y se agotan en lo que tarda en apagarse una cerilla.
El giro inalterable de las aspas del ventilador colgante pone en manifiesto mi denso vacío.
Realidad de sucesos enlatados. Esterilidad ante las hojas en blanco de un estúpido cuaderno.