domingo, 6 de julio de 2008

La luz aquí es distinta y respirar cuesta menos. Tomar un café, mirar pasar a la gente tras una luna. Sentir que el sujeto no realiza la acción y estar al margen de la vida de otros. Se afloja el nudo del estómago... Se afloja, hasta que por accidente descubro en el bolso un par de viejas entradas de la sesión de las diez y media.

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